Explore las maravillas ocultas de Roma entre experiencias fuera de lo común

Aunque el Coliseo y la Fontana di Trevi son símbolos emblemáticos de Roma, la Ciudad Eterna ofrece una gran cantidad de atracciones menos conocidas que proporcionan una experiencia más envolvente y auténtica. 

Imagínese pasear por galerías de arte sin dejarse arrastrar por las multitudes: esto es posible en la Galería Doria Pamphili y la Galería Colonna, lugares que ofrecen una experiencia que rivaliza con la famosa Galería Borghese. La Galería Colonna también permite visitas exclusivas, con una colección que abarca desde pinturas de maestros renacentistas como Annibale Carracci y Guido Reni hasta esculturas antiguas y valiosos muebles. La Doria Pamphili es una de las favoritas de los lugareños, un verdadero tesoro en el corazón de la ciudad, con una colección privada que incluye obras maestras de Caravaggio, Velázquez, Tiziano y muchos más.

Villa Farnesina, con sus frescos de Rafael, es un pequeño paraíso en Trastevere que no puede perderse. Los Museos Capitolinos, los museos públicos más antiguos del mundo, diseñados por Miguel Ángel, cuentan con una historia única. Su colección incluye obras de arte antiguo, como la famosa estatua de la Loba Capitolina, el Gálata Moribundo y el monumental Marco Aurelio a Caballo, que ofrecen un fascinante recorrido por la historia de Roma.

Para los amantes del arte contemporáneo, la Galería Nacional de Arte Moderno cuenta con una extraordinaria colección y una arquitectura cautivadora. Entre las obras expuestas se encuentran obras maestras de artistas como Giacomo Balla, Giorgio de Chirico y Amedeo Modigliani, lo que la convierte en un punto de referencia para el arte italiano e internacional de los siglos XIX y XX.

Con miles de años de historia, no es de extrañar que bajo tierra se puedan encontrar experiencias únicas. Las Catacumbas de Santa Inés, excavadas en la toba fuera de las murallas de la ciudad, datan de finales del siglo II y principios del III d.C. y merecen una visita exclusiva. El subsuelo de la Basílica de San Clemente ofrece una experiencia de viaje en el tiempo a través de varias capas de la historia. Un lugar destacado es el Vicus Caprarius, la zona arqueológica situada bajo la Fontana di Trevi, perfecta para pequeños grupos e individuos, donde se pueden encontrar restos de viviendas romanas y antiguas obras hidráulicas.

Las Basílicas del Jubileo, como Santa Maria Maggiore, Santa Croce in Gerusalemme, Scala Santa y San Giovanni in Laterano, ofrecen una alternativa más tranquila a San Pedro, ideal para una visita más meditativa y menos concurrida. Santa Maria in Trastevere, con sus magníficos mosaicos medievales, combinada con un paseo por el barrio y el sabor de la comida callejera, constituye una combinación ganadora.

Para los amantes de la naturaleza, la campiña romana es un recurso inestimable. La Vía Apia, sitio 60vº de la UNESCO en Italia, es una de las carreteras más históricas y pintorescas de Roma, que se extiende por cuatro regiones italianas hasta Brindisi, y puede recorrerse a pie, en bicicleta o a caballo. La antigua ciudad medieval de Monterano, con su encanto de pueblo fantasma, y el Castillo de Bracciano son perfectos para una excursión de un día, quizá con un relajante descanso en las Termas de Stigliano.

Para disfrutar al máximo del Vaticano, se recomienda visitarlo por la mañana temprano o después del cierre, para evitar las horas de mayor afluencia. En el Coliseo, limite su tiempo a admirar el exterior y pase más tiempo en el Monte Palatino y el Foro. Recuerde que el agua de las fuentes de Roma es fresca y segura, así que evite comprar botellas de plástico. Planifique sus desplazamientos con antelación y prepárese para caminar mucho: sólo así descubrirá realmente todos los rincones ocultos de la Ciudad Eterna.